El ex presidente José «Pepe» Mujica afirmó en el 2014 que la legalización de la marihuana en Uruguay es un «experimento», como todo en la vida. Con la supresión de las drogas, Uruguay se había vuelto cada vez peor, y con esto pretendía ensayar: «un camino difícil y capaz que le deja algunos conocimientos a la humanidad».
El Parlamento uruguayo aprobó la norma en diciembre de 2013, convirtiendo a Uruguay en el primer país en ceder la producción, distribución y venta de cannabis del país al Estado.
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La alternativa a la «guerra de las drogas»
«Primero que nada, debemos caminar un poquito y vivir un poquito. Luego, recién podemos hacer un balance para ver qué nos resultó útil y qué debemos cambiar. Por eso recomiendo precaución.» Decía Mujica.
Hay alrededor de 100 artículos en la ley, y la gente cree que es una piedra libre para salir a consumir drogas o marihuana.
Hace 25 años se calcula que lo usaban 1.000 o 1.500 personas, y ahora son 150.000 personas. Durante estos 25 años se reprimió, confisco y los hechos han demostrado que el animal sigue creciendo. Por eso se plantea una regulación.
«Este tiene un mecanismo bastante complicado. Pero les digo hoy, ¿vamos camino de la victoria? No, estamos en el camino de la experimentación. Un experimento hecho con honradez intelectual, pero no para favorecer la difusión de una adicción, que como cualquier adicción es una plaga.»
¿Legalización de la marihuana: un mejor camino?
«Creo firmemente en el consejo de Einstein: cuando quieres cambiar las cosas y sigues haciendo lo mismo de nuevo, nada cambia.» , comentaba Pepe Mujica.
A lo largo de los años, se ha reprimido y perseguido, y cada vez ha empeorado, por lo que se debía comenzar a considerar otras alternativas. Y es por esto que se utilizo el término «experimento».
¿Uruguay seguirá siendo una excepción en la región en el futuro?
Aunque tenía casi 80 años en ese entonces, Pepe tenía un gran corazón y la capacidad de soñar. Quería encontrar algunos elementos útiles para que otras sociedades pudieran usarlos y enriquecerlos, así entonces poder contribuir con ellos. Y realmente tenía esta intención en lo profundo de su corazón.
«Como Uruguay es pequeño, lo que pueda hacer le costará más a los países grandes. Porque no somos prejuiciosos. Porque somos un país laico. Siempre hemos tenido un cierto grado de experiencia aventurera y, si se quiere, es un buen liberalismo en profundidad: no económico, pero intentando un camino diferente.»
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